Uno de los riesgos que encontramos al caminar por glaciares son los serac, un tipo de grietas que forma bloques de hielo potencialmente peligrosos para el andinismo.
Imagina que estás en medio de una travesía glaciar, caminando sobre los hielos eternos de la Cordillera de los Andes, a miles de metros sobre el nivel del mar. El día está increíble, el sol está pegando fuerte y el viento está calmo. ¡Qué suerte! De pronto, escuchas un fuerte estruendo viniendo desde lo alto, miras hacia arriba y ves cómo grandes bloques de hielo comienzan a ceder, cayendo al vacío. Esto sería la pesadilla para cualquier andinista y la causa se llama “serac”.
En palabras simples, los seracs son grietas que se forman en determinadas zonas de los glaciares. Pero para entender la naturaleza de este tipo de grietas, hay que comenzar por definir qué es un glaciar: grandes masas de hielos que se forman gracias a la acumulación de nieve y hielo en lugares donde las temperaturas bajo 0 °C se mantienen todo el año.
Una de las principales propiedades que define a un glaciar es su capacidad de movimiento. Estas grandes masas de hielo estratificado se desplazan lentamente desde las alturas, en dirección hacia los valles, por consecuencia de la fuerza de gravedad y su gran volumen. Así, podemos encontrar algunos glaciares de gran velocidad, que pueden avanzar varios metros diarios.
Este desplazamiento, combinado al relieve del terreno donde descansa la enorme masa de hielo, produce zonas de tensión que generan distintos tipos de grietas. Las que originan a los seracs son aberturas que se entrecruzan en distintos sentidos y dividen la superficie del hielo, formando grandes bloques de hielo de forma irregular que son muy inestables.
Como las condiciones en que se generan los seracs no son exclusivas de una latitud en particular, podemos encontrarlos en diferentes partes del mundo. En el caso de la Cordillera de los Andes, es común encontrarse con estas formaciones de hielo en lugares donde las montañas alcanzan la altura necesaria para mantener la temperatura del glaciar.
Como vimos antes, el relieve juega un papel fundamental en el nacimiento de los seracs. En este sentido, una pendiente más pronunciada como las que encontramos en las altas cumbres de Los Andes centrales, en Chile, también ayuda a que el glaciar avance más rápido y se resquebraje de forma irregular, debido a las diferencias de tensión entre la superficie y la base del hielo que avanza por una superficie convexa.
En síntesis, pueden aparecer seracs en cualquier lugar que cumpla con estas condiciones. Algunos puntos donde puedes observar seracs en Chile son:
La inestabilidad típica de los seracs los convierten en un peligro para los andinistas, especialmente si no cuentan con el conocimiento sobre este tipo de formaciones. Además, en la temporada de calor, el aumento de las temperaturas en la alta montaña es otro factor que facilita que estos bloques de hielo se despeguen de la base, a la espera de que cualquier movimiento los haga caer.
De hecho, es común ver avalanchas de seracs en verano, cuando los trozos del glaciar ya no aguantan el calor y se desploman, formando verdaderas cascadas de hielo que caen sin control por las pendientes.
Los principales riesgos de los seracs para las progresiones en glaciar son:
-Derrumbe de un gran bloque y daños personales.
-Avalanchas.
-Daño del equipamiento.
-Lentitud en la progresión debido a la dificultad de atraveras las zonas de seracs.
Hay casos en que, por falta de planificación, desconocimiento o incluso a falta de rutas alternativas para llegar a la cumbre, la ruta de una ascensión puede llegar a toparse con estos temidos seracs que, a pesar de ser un gran espectáculo dentro del paisaje, pueden poner en peligro la integridad física del grupo completo.
Ante este escenario, te recomendamos tomar algunas medidas de precaución para reducir los riesgos que te ayudarán a llegar sin problemas a la cima:
En definitiva, los seracs son formaciones naturales con las que tenemos que aprender a relacionarnos si nos gusta habitar la montaña. Las altas cumbres de la Cordillera de los Andes, donde sus hielos eternos nos ofrecen distintos relieves, presentan desafíos incluso para los andinistas más expertos.
Sin embargo, a pesar de que constituyen un riesgo para la ascensión en alta montaña, siempre existen medidas que puedes tomar para salir airoso de ese escenario y disfrutar sin preocupaciones el increíble espectáculo del paisaje andino.