Hace 3 años que se confirmó que este bellísimo y significativo lugar había sido vendido. El Valle de las Arenas cambió de dueño, de la familia Von Platen al grupo de accionistas Francisco Larraín Amunategui, Cristian Wehrhahn y Bradley Turner. Las controversias comenzaron de inmediato.
El Valle de las Arenas está ubicado a los pies del volcán San José al final del Cajón del Maipo, Chile. Es lugar de glaciares y lagunas, ideal para la práctica del montañismo y un importante sitio arqueológico y geológico debido a su abundante flora y fauna. Es también hogar de algunas especies en peligro de extinción como el cóndor y el guanaco. A sólo 2 horas de Santiago crea un espacio de paz, ideal para caminar por la naturaleza y apreciar su belleza.
Este valle es un santuario con grandes atractivos para la escalada y el andinismo, como Choriboulder y los cerros El Morado y Arenas. Además de su valor escénico y para la práctica del montañismo, tiene un altísimo valor ambiental porque conserva grandes reservas de agua dulce, fundamental en el actual contexto de mega sequía que afecta al país.
Todo indica que debiese ser un lugar protegido y accesible para todo público. Sin embargo, se encuentra en peligro debido a las constantes vulneraciones que ha sufrido debido a empresas privadas, irresponsabilidades ecológicas por particulares y el mega proyecto hidroeléctrico de Alto Maipo.
El Valle de las Arenas se vendió en 2019 por más de 600 millones de pesos y abarca un territorio de siete mil hectáreas aproximadamente. Es uno de los spots favoritos de los deportistas en Chile gracias a su variedad de hermosos escenarios y naturaleza.
Lo es también para los aficionados, pues es un lugar para desconectarse de la ajetreada rutina y poder disfrutar del aire limpio, el silencio y la fotografía. Aún más importante: es uno de los sitios con más reservas de agua dulce del país, lo que lo convierte en un espacio sumamente importante para la preservación ecológica.
Hace 3 años que se confirmó que este bellísimo y significativo lugar había sido vendido. El Valle de las Arenas cambió de dueño, de la familia Von Platen al grupo de accionistas Francisco Larraín Amunategui, Cristian Wehrhahn y Bradley Turner. Las controversias comenzaron de inmediato.
El 13 de enero de 2020, se dieron a conocer vulneraciones ecológicas a las garantías constitucionales (número 8 y 24 del artículo 19 de la Constitución) en contra de Alto Maipo SpA, la sociedad generadora y comercializadora de energía eléctrica (representada legalmente por Nelson Esteban Saieg Páez).
Estas acusaciones fueron impuestas en reiteradas ocasiones por parte de El Parque Arenas SpA (sociedad por acciones del giro conservación y turismo) con el propósito de mantener las protecciones necesarias para el parque y su ecosistema.
Esto inició con el titular del proyecto hidroeléctrico (Alto Maipo), que tiene como objetivo construir dos grandes centrales de energía eléctrica en la zona. Se ubica en la comuna de San José de Maipo y se extiende por las centrales Alfalfal II y Las Lajas en el sector alto del Río Maipo.
El principal problema de este proyecto, es que ambas centrales aprovechan las aguas dulces provenientes de la zona del Río Volcán y del Río Yeso.
Para el inicio de este proyecto, (3 de diciembre de 2012) se llevó a cabo un contrato con las personas que a esa fecha eran propietarios de una extensión que se encuentra dentro del área de ejecución de las centrales hidroeléctricas. En virtud a este contrato, se autorizó a Alto Maipo a utilizar, en forma precisamente delimitada y específica en dicho contrato, una parte de la superficie del sitio.
Para febrero de 2019, luego de un estudio completo de títulos y las posibilidades del contrario, Parque Arenas compró el Inmueble en aproximadamente seiscientos millones de pesos, con el objeto de crear un proyecto de conservación para el valle. Lo declararon con el objetivo de: “preservar los recursos naturales para el disfrute, educación e inspiración de ésta y futuras generaciones” (LEE EL RECURSO DE PROTECCIÓN COMPLETO AQUÍ).
Dadas las características del proyecto hidroeléctrico –que considera bocatomas, ductos, cámaras de carga, sifones y puentes, mientras que las obras subterráneas están constituidas por los túneles, piques, chimeneas de equilibrio y cavernas– su ejecución se tuvo que someter al sistema de evaluación de impacto ambiental (dispuesto en la Ley No.19.300).
Como respuesta a lo anterior, se descubrió que no se han cumplido las obligaciones impuestas por la autoridad ambiental. Que incluso ha afectado negativamente el medio ambiente y el derecho de vivir en un medio libre de contaminación. Para su resolución se presentaron planes por el cumplimiento de estas normativas a un valor de más de 95 millones de dólares para así evitar la correspondiente sanción por incumplimiento de la normativa ambiental.
Con respecto a la polémica, se declaró que la sociedad de acciones constituida en el año 2019, está compuesta por montañistas que adquirieron el terreno con el objetivo de crear un proyecto propio, para la conservación y proyección del valle.
Esto, contando con la asesoría de algunas ONG internacionales. Supuestamente, el proyecto era perfectamente viable y que no podían regularizar que Alto Maipo incumpliría sus obligaciones de conversación medioambiental.
Los primeros en reaccionar fueron los y las montañistas, que acostumbrados a cuidar y apreciar el paisaje y experiencia que entrega el valle, tuvieron varios altercados con los nuevos propietarios, hasta que finalmente cerraron varios refugios deportivos que llevaban años en el Valle de las Arenas. Este conflicto calzó con los tiempos de la pandemia, por lo que la disputa se mantuvo en silencio por meses, y muchos montañistas y senderistas –también turistas– optaron por alejarse del valle.
En definitiva, el daño que se produjo a la flora y fauna de este sector es irreparable. Alto Maipo sólo estaba facultada para, «eventualmente», variar la ubicación, superficie y trazado de las obras, por meras razones de ingeniería y diseño. Sin embargo, su accionar ha perturbado la paz que era representativa del valle, y con ello, todas las actividades que le daban vida al Valle de las Arenas.
La comunidad de escaladores es una de las más afectadas, y tras intentar llevar a cabo acuerdos con el nuevo dueño, Cristian Wehrhahn, por miedo a no poder escalar otra vez, solamente encontraron desesperanza. Progresivamente, se han estado cerrando caminos y pasos, imposibilitando el ascenso de los montañistas al Valle.
Por el contrario –y reflejo de los hobbys de los nuevos dueños– el Parque Arenas se ha enfocado más en los deportes de nieve, como snowboard y motos de nieve. Si bien aquellos son deportes atractivos en temporada (especialmente para turistas norteamericanos) se están dejando de lado la gran cantidad de personas que asistían fielmente al valle para recorrerlo a pie. Esto constituye otra preocupación latente para los fanáticos, pues el público objetivo se ha reducido enormemente y, aún peor: exclusivo.
Sin embargo, y con las controversias que han generado estos cambios en el Parque Arenas, los dueños (Rion Turner (nativa de Columbus, Georgia, EEUU) y Cristian Wehrhahn), aseguran estar velando por la protección del parque y sus actividades: “Sabemos que tuvimos problemas, pero queremos mostrarle a la comunidad que somos correctos y que vamos a hacer las cosas bien” (Revista Andes Mágicos, 2022).
Con el fin de aumentar la seguridad del parque, se instalarán estacionamientos, guardaparques y señaléticas; lo cuál no deja de ser criticado por algunos, pues todas estas medidas están rigiéndose bajo el marco de una propiedad privada y con fines lucrativos.
En definitiva, este nuevo enfoque a deportes de nieve para atraer turistas, afectará a los demás como senderismo y montañismo que solían predominar en el Parque Arenas. ¿Cómo se podrá coexistir entre ambos en el futuro? parece ser que la disputa se prolongará al igual que estas modificaciones. La ley de propiedad en Chile ha generado conflictos entre los propietarios y los visitantes desde hace décadas, y aún no se encuentra una solución.
Más allá de la libertad individual de cada uno, es importante poder llegar a acuerdos sin descuidar lo que es más importante: la fauna y flora que le dan vida al valle y le permiten a los seres humanos disfrutar de su paisaje y actividades.
Todas las fotos del artículo son de Sebastián Mejias (@sebamejiasc ).
Very good write-up. I absolutely appreciate this site. Thanks!